viernes, 29 de abril de 2011

Cine: La quimera del oro

La quimera del oro (The Gold Rush) es una película de cine estadounidense dirigida por Charles Chaplin, estrenada el 26 de junio de 1925. Fue reestrenada en 1942 con una nuevo acompañamiento musical y narración en off del propio Chaplin.




Argumento
Chaplin, en su personaje del vagabundo, se encuentra en Klondike, atraído por la fiebre del oro. Una tormenta aparece y se ve obligado a buscar refugio, encontrando una casa aislada en las montañas, habitada por un asesino fugado, Larsen. Y si bien éste trata de echar al vagabundo, el huracán impide a Larsen esa tarea, trayendo además a otro huésped, el gigante Mac Kay. Tras una pelea en que queda inutilizado el rifle del fugitivo, los dos huéspedes logran quedarse.



Pronto les afecta el hambre, deciden que uno salga a buscar comida, y por tocarle el número más bajo entre unos naipes sacados al azar, Larsen es el elegido. Al ser encontrado por unos policías, los matará y robará su trineo, abandonando a Mac Kay y Charlot a su suerte. 

Los dos abandonados sucumben ante el hambre, el vagabundo prepara uno de sus zapatos, mientras Mac Kay ve visiones y cree ver en su compañero una gallina, tratándolo de comer. Será un oso, cazado por fortuna al ingresar en la cabaña, quien les salve la vida.


Al finalizar la tormenta cada uno sigue su camino. Mac Kay se dirige a una mina de oro que encontró, pero se encuentra que Larsen ya había encontrado su concesión y por tal motivo éste lo golpea haciendo que pierda la memoria. 


El vagabundo, por su parte va al pueblo, y atraído por las luces, entra en el cabaret, donde conoce a la bella Georgia, quien decide bailar con él, sólo para sacarle celos a Jack Cameron, el donjuán del cabaret, que la desdeña. Una pelea entre los dos hombres se produce, en el que Charlot sale como azaroso ganador luego que un reloj le cayera en la cabeza a su rival, sin verlo él y creyéndose justo vencedor.

Para poder sobrevivir, se finge muerto para despertar la solidaridad del ingeniero Hank, quien lo revive y le da de comer, encargándole después el cuidado de la casa mientras él va en busca de oro. Mientras Georgia y sus amigas juegan en la nieve, resultando Chaplin víctima de las bolas de nieve por accidente, entran en la casa y para divertirse con él le prometen ir a cenar con él para Año Nuevo.

Prepara la cena con mucho esmero, pero Georgia olvida la cita divirtiéndose en el cabaret. El vagabundo espera en vano y cae rendido ante el sueño, sueña que está junto a Georgia, y la entretiene con su danza de los panecillos, uno de las escenas más recordadas de Chaplin. Pero es un sueño, se dirige al cabaret a ver a Georgia, la que acaba de recordar su cita. Va a su cabaña y la encuentra vacía, se siente triste por el vagabundo, y reniega a Jack, que sigue igual de prepotente que siempre.

Georgia manifiesta su interés por el vagabundo y éste enloquece de felicidad, pero Mac Kay, quien lo busca para recordar la ubicación de su mina, se lo lleva arrastrando. Logran encontrar la cabaña, pero en la noche el viento la lleva hasta un acantilado, donde la casa apenas se mantiene en equilibrio. Logran salir vivos, descubren que en el preciso lugar donde estaban se encontraba la mina de oro.

El vagabundo vuelve en barco hecho rico a su país, lo tiene todo… menos a Georgia. Los periodistas piden retratarlo en su traje de buscador de oro. Se cae dentro de un rollo de cuerda, lo confunden con un polizón y lo quieren expulsar del barco, pero Georgia, que también regresa a su país, trata de impedirlo pagándole el pasaje. Los demás pasajeros arreglan la situación, mientras el vagabundo y Georgia se dan cuenta que se aman, el fotógrafo insiste en tomar una foto pero es arruinada por el beso que se dan los enamorados, pero a Chaplin eso ya no le interesa.